Los individuos en todos los niveles y en todas las
áreas de las organizaciones
toman decisiones. Es decir, escogen entre dos o más
alternativas. Por ejemplo, los gerentes de alto nivel toman
decisiones acerca de las metas de la
organización, dónde establecer plantas
manufactureras, en qué nuevos mercados
será conveniente incursionar y qué productos o
servicios
ofrecer.
La toma de decisiones no es solo escoger entre varias
alternativas, si no que la toma de decisiones es un proceso
completo y no tan sólo el acto de escoger una entre varias
alternativas.
Riesgo: Es la probabilidad de que suceda un evento, impacto o
consecuencia adversos. Se entiende también como la medida de la
posibilidad y magnitud de los impactos adversos, siendo la consecuencia
del peligro, y está en relación con la frecuencia con que se presente el
evento. Se produce el riesgo siempre que no somos capaces de
diagnosticar con certeza el resultado de alguna alternativa, pero
contamos con suficiente información como para prever la probabilidad que
tenga para llevarnos a un estado de cosas desead
Decisiones bajo condiciones de riesgo: riesgo
total, muy poca información son las más difíciles de tomar. este tipo de decision se basa en la teoría de la probabilidad, que hace uso de la teoría moderna de la utilidad.
Por mucho, la situación típica es el riesgo. El encargado de tomar las decisiones es capaz de estimar la verosimilitud de las alternativas o los resultados. Esta capacidad de asignar probabilidades podría ser un resultado de la experiencia personal o de información secundaria. En una situación de riesgo, quizás se cuente con información basada en hechos, pero la misma puede resultar incompleta. Para mejorar la toma de decisiones se puede estimar las probabilidades objetivas de un resultado, al utilizar, por ejemplo modelos matemáticos. Por otra parte se puede usar la probabilidad subjetiva, basada en el juicio y la experiencia. Afortunadamente se cuenta con varias herramientas que ayudan a los administradores a tomar decisiones más eficaces.
Un enfoque racional para evaluar las alternativas bajo condiciones de riesgo es el uso del valor esperado. Este es un concepto que permite a quien toma las decisiones asignar un valor monetario según las consecuencias positivas y negativas que podrían resultar de la selección de una alternativa en particular. En el momento de tomar decisiones, todos los administradores deben de ponderar alternativas, muchas de las cuales implican sucesos futuros que resultan difíciles de prever: la reacción de un competidor a una nueva lista de precios, las tasas de interés dentro de tres años, la confiabilidad de un nuevo proveedor. Por esta razón, las situaciones de toma de decisiones se consideran dentro de una línea continua que va de la certeza (altamente previsible) a la turbulencia (altamente imprevisible).
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